La sequedad de ojos es una enfermedad ocular habitual. Ocurre cuando los ojos no generan…
El trastorno depresivo mayor (TDM), caracterizado por una tristeza persistente y la pérdida de interés en actividades cotidianas, afecta aproximadamente al 10 por ciento de las personas en los Estados Unidos en algún momento de sus vidas. El TDM se ubica entre las cinco principales causas de discapacidad a nivel mundial. Actualmente, la elección de un medicamento antidepresivo para una persona se basa en un proceso de prueba y error. No hay manera de que los médicos sepan cómo responderá alguien a un medicamento antidepresivo antes de probarlo. Los ensayos clínicos indican que solo alrededor de un tercio de las personas con TDM mejora con el primer medicamento recetado. La incapacidad de los médicos para determinar el tratamiento más adecuado para cada persona es un problema que se suma a lo grave que puede ser el TDM para quienes tienen esta afección. La posibilidad de prever de antemano cómo responderá cada individuo a un medicamento en particular podría mejorar significativamente el tratamiento y reducir el sufrimiento asociado a esta condición.
Este estudio usará la proteómica para ayudar a resolver este problema. La proteómica, una disciplina científica relativamente reciente, estudia las proteínas dentro de nuestro cuerpo, incluida la manera en que funcionan e interactúan entre sí en las células. Dada su complejidad, la proteómica se considera una de las mayores fronteras en biología y medicina personalizada después de la genómica. Este nuevo proyecto sobre el TDM usará la proteómica para examinar las proteínas que podrían influir en la interacción de los medicamentos antidepresivos con la composición proteómica de los individuos. Los hallazgos de este estudio podrían proporcionar a los médicos información para recetar el antidepresivo más efectivo para cada persona con TDM mediante la identificación de biomarcadores proteómicos específicos en la sangre.