Los investigadores de Kaiser Permanente usan información de Research Bank para un estudio de los Institutos Nacionales de Salud (National Institutes of Health) acerca de cómo el contacto con sustancias químicas durante el embarazo puede incidir en el riesgo de que los niños tengan obesidad y trastornos del desarrollo neurológico, como autismo.
“Esta investigación explora cómo la exposición dentro del útero a sustancias químicas del entorno afecta el crecimiento y el desarrollo normales al cambiar el metabolismo de la glucosa y las hormonas tiroideas, que regulan el crecimiento y el desarrollo neurológico de los niños”, comentó Assiamira Ferrara, MD, PhD, investigadora principal del estudio en la División de Investigación (Division of Research) de Kaiser Permanente Northern California.
El estudio forma parte del programa de investigación conocido como ECHO (Environmental Influences on Child Health Outcomes, Influencias Ambientales en los Resultados de la Salud Infantil). Combina estudios de investigación de todo el país para descubrir cómo la exposición a una variedad de factores medioambientales durante el desarrollo temprano (desde la concepción hasta la primera infancia) influye en la salud de niños y adolescentes.
“ECHO no habría sido posible sin los años de trabajo preparatorio de la División de Investigación, los recursos de Kaiser Permanente Research Bank y el apoyo de los profesionales clínicos de salud de Kaiser Permanente Northern California”, dijo Tracy A. Lieu, MD, MPH, directora de la División de Investigación.
Los investigadores de Kaiser Permanente se centran en las exposiciones a sustancias químicas dentro del útero que alteran el sistema endócrino y se encuentran en muchos productos personales y del hogar comunes, plásticos y muebles.
“Muchos de estos tipos de sustancias químicas persisten en el ambiente y pueden medirse en el tejido humano, como la sangre y la orina”, expresó Lisa A. Croen, PhD, colíder de investigación y directora del Autism Research Program (Programa de Investigación sobre el Autismo) de Kaiser Permanente y de la cohorte de embarazos de Research Bank.
Los investigadores les han pedido a las mujeres que formaron parte de la cohorte de embarazos de Research Bank que participaran en el estudio junto con sus hijos pequeños.
La Dra. Ferrara destacó que esta investigación podría generar cambios en la política para proteger a los niños de las exposiciones medioambientales en el futuro: “Dado que el uso de sustancias químicas en el ambiente puede modificarse, es posible que los resultados del estudio ayuden a que las agencias nacionales de salud medioambiental y pública estén informadas acerca de las políticas a fin de regular aún más la producción de estas sustancias químicas e informar al público sobre la restricción de su uso”, comentó.